TEATRO EN MIAMI

(Portal de Noticias Teatrales)

 

Entrevista a Maricel Mayor Marsán

por

Max Barbosa

Miami, Florida, EE. UU.
(Diciembre de 2011)

 

 

 

 

 

 

 

      Con motivos del Congreso de Teatro "Celebrando a Virgilio" que tendrá lugar en el Wesley Center de la Universidad de Miami, durante los días 12 y 15 de enero de 2012, Teatro en Miami entrevistó a varios dramaturgos que participarán en el encuentro para conocer sus opiniones sobre algunos aspectos relacionados a la dramaturgia.

             

      

MB: ¿Cuál es su propósito al escribir teatro?

 

MMM: El teatro es una forma más directa de acercarme al público y de compartir mis puntos de vista como autora.  

 

MB: La relación dramaturgo-director. ¿Cómo la conciben? ¿Debe el director respetar el texto o las acotaciones durante el montaje?

 

MMM: El dramaturgo siempre aspira a que cualquier director, que lleve a cabo el montaje de una de sus obras, respete el texto y todas las acotaciones pertinentes a la misma. Eso sería lo ideal. No obstante, las modalidades lingüísticas suelen variar de un país a otro, así como las condiciones de las diversas compañías teatrales. Por tanto, lo mejor es ser flexible y mantener una estrecha relación de trabajo con la persona que dirige la obra, en el caso de que exista esa posibilidad. De no ser así, hay que pensar que lo importante de una pieza es su mensaje y no el uso de una terminología precisa.

 

MB: La mayor preocupación del dramaturgo cubano, ¿pudiera ser Cuba?

 

MMM: En mi caso particular, no escribo sobre temas cubanos. Mis obras suelen enfocar temas universales como la problemática relacionada a la mujer y el abuso del medio ambiente por los humanos. En todo caso, me interesa reflejar la experiencia de los cubanoamericanos, y de los hispanos en general en los Estados Unidos, porque esa es la realidad que me ha tocado más de cerca.

 

MB: Las respuestas trascienden lo teatral. ¿No es el teatro un hecho social por excelencia?

 

MMM: Definitivamente, el teatro es un medio donde muchos factores sociales interactúan, lo mismo para reír que para llorar. El teatro despierta emociones inimaginables en las personas y las lleva a reflexionar.

 

 

 

 

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