POEMAS DESDE CHURCH STREET

 

 por

 

Luis de la Paz

Crítico Literario

(La Revista del Diario Las Américas)

    

     La escritora cubana y Premio Cervantes de Literatura 1992, Dulce María Loynaz señalaba que “por la poesía, damos el salto de la realidad visible a la invisible, el viaje alado y breve, capaz de salvar en su misma brevedad la distancia existente entre el mundo que nos rodea y el mundo que está más allá de nuestros cinco sentidos”. Esta lúcida definición de la poesía adquiere en Poemas desde Church Street de la escritora cubana Maricel Mayor Marsán su sentido más expreso. Los poemas que conforman este volumen bilingüe, como la propia formación cultural de la autora, tienen la facultad de evocar y la sagacidad de advertir.  

     Church Street es una calle en el Bajo Manhattan de Nueva York, que corre frente a donde se levantaban majestuosas las Torres Gemelas. En Church Street se encuentra la Capilla San Pablo, la iglesia más antigua de Manhattan y se levanta la esplendorosa Trinity Church, donde yacen los restos de Alexander Hamilton. El nombre de esta calle, su entorno de religiosidad y la proximidad de lo que se ha denominado como un horroroso símbolo de devastación “Ground Zero”, es el marco en el que Maricel Mayor Marsán conduce los poemas de su libro, como un homenaje, primero que todo, a la libertad que representa para el mundo los Estados Unidos y su sistema democrático, y al hombre, al ser humano capaz de solventar con sus acciones esa libertad. El poema La temible libertad concluye:

 

                        Libertad, palabra que asusta,

                        algunos te tratan con desdén,

                        otros te temen hasta morir.

 

     El libro está dividido en cinco partes: Ante la presencia del dolor; De otredades y circunstancias; Habitantes anónimos de la ciudad de Nueva York; Los diez manuales nuevos y Algunos poemas desde el asfalto. Quienes hayan estado en Nueva York en el área donde se encontraban las dos torres, se identificarán mucho con Poemas desde Church Street. La escritora ha transmitido el sentimiento colectivo, ahondado en las emociones que el solo hecho de estar en el lugar es capaz de despertar. Las inmediaciones a Church Street son como un memorial inmenso, cargado de sobrecogedor estupor, con todo un ambiente de tragedia colectiva.

     Nuestra escritora en un torbellino de imágenes describe hechos y lugares, trenzando en sus poemas las voces de las víctimas y sus familiares. En el poema De los traumas y pesares expresa:

 

                        De los traumas y pesares,

                        de los desvelos y fatigas 

                        quisiera poder mentir, también

                        fingir la ocasión podría, más

                        nadie olvidará la desnudez de ese día.

 

     En el libro hay poemas como No volverás a visitar New York, donde se va describiendo la ciudad y sus lugares célebres, pero a medida que avanza el poema se va develando que ya nada es igual. Hay en estos versos una gran desolación, una angustiosa ausencia, una lastimosa carga de abatimiento y desnudez.

    Cuando los aviones contaminados de retorcidas interpretaciones de un supuesto mensaje divino impactaron las dos torres, el 11 de septiembre del 2001, la vida nos dio un vuelco total. Con sólo repasar lo que se vio en la televisión es suficiente para deprimir, para desatar emociones encontradas. En Llanto por un amor insomne, este sí lo leeré completo, se agrupan muchos sentimientos.

 

                        La ceniza vuela por todas partes.

                        Se ha llevado consigo el rastro

                        de tantos rostros amigos,

                        esposos, amantes o enamorados rapsodas  

                        que pudieron haber sido o fueron.

                        Ahora aspiro en el aire y te respiro,

                        eres el polvo consagrado en las siluetas

                        de esta ciudad que nos acoge a todos.

                        Eres la esencia de lo que fuimos y somos.

 

     Años después de los acontecimientos de Nueva York, la historia de terror se repitió el 11 de marzo del 2004 en Madrid, España, de ahí el poema Once más once que escribe Maricel y con el que cierra el libro. Por cierto este poema ha sido reproducido en su página web por la Asociación Española de Afectados por el Terrorismo.

     Poemas dsde Church Street tiene también, aunque sutilmente, un registro de religiosidad y fe. Creo que Maricel Mayor Marsán como decía la Loynaz ha dado con su libro el salto de la realidad visible (la destrucción de las torres) a la invisible (el dolor como sentimiento compartido).  

 


 

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